Espero que este si lo tomen en cuenta las Casas Asociaciones del Paisito y lo difundan.
UN DRAMA SOCIAL, HUMANO Y DE GÉNERO
Los arrestos súbitos de inmigrantes varones en centros de internamiento condenan a esposas e hijos
Un joven de origen boliviano es detenido en una calle de Barcelona y recluido de inmediato. En consecuencia una mujer y su hija son privadas de sustento de un día para el otro. El drama de las internaciones automáticas produce daños colaterales en los que poco se repara.
La Federación de Entidades Latinoamericanas de Catalunya, Fedelatina, sostiene desde su formación una actitud respetuosa de las normativas vigentes.
Hoy es nuestro deber llamar la atención sobre este caso pues pone sobre el tapete algo más que la interpretación pura y dura de la legislación vigente
La reclusión de Ramiro Perales sentencia a su mujer e hija a una posible vida indigente.
Leidy no puede trabajar pues debe atender a Verónica.
Ramiro era el único que aportaba dinero a la familia.
No sólo estamos ante una problemática migratoria, sino también ante un dilema de derechos humanos y una cuestión de género.
Y este es el punto que nos interesa
¿La administración produce un doble discurso?
¿Por un lado promueve los derechos humanos y familiares y por el otro se deciden a discreción amputaciones sin asepsia ni anestesia?
¿Una “necesidad social colectiva”?
Este joven de origen boliviano se encuentra en el limbo del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) ubicado en el barrio de la Zona Franca de Barcelona y pende sobre él una orden de expulsión que se ejecutaría en pocos días.
Fedelatina, luego de dialogar con Yracelis Rodríguez la abogada que asiste a Ramiro Perales, pudo conocer algunos detalles de las circunstancias que rodean este caso.
Ramiro fue detenido por la policía el 29 de noviembre pasado.
El día 30 pasó a disposición del Juzgado pertinente.
Durante la audiencia correspondiente el juez no atendió razón alguna.
Se limitó a señalar que existía una orden de expulsión en contra del joven y no contempló el hecho de que este inmigrante tuviera una hija de nacionalidad española.
Leyendo el texto emitido por el magistrado se desprende que si bien se consigna que Ramiro 'no acredita domicilio', lo tiene y se alegó oportunamente.
Que 'el ingreso en el centro de internamiento es una medida razonable de garantía', que se suma como 'dato negativo, estar indocumentado' y 'que era necesario garantizar la ejecución del acto administrativo y su necesidad en una sociedad democrática; no ofrece duda, en este punto, la necesidad social colectiva de organizar la inmigración, vedando la entrada ilegal de extranjeros'.
La solicitud presentada el día 2 de octubre pide que se anule la expulsión y se imponga una multa.
Según la Dra. Rodríguez se ha interpuesto un recurso ante el ámbito Contencioso Administrativo, reclamando la medida cautelarísima de la puesta en libertad de Perales.
Pero el juez no ha podido decidir la misma aún, por cuanto el 2 de octubre el encargado del caso en el centro de internación se encontraba en la celebración de los actos del Día de la Policía.
La próxima semana, en un plazo de tres días, deberá obtenerse una respuesta.
Mientras tanto Ramiro acumula días en un centro de internación separado de su familia.
“Y cuando vinieron a por mí…”
Mientras tanto su esposa y su beba quedan en absoluta desprotección.
Pero Verónica, la hija de Ramiro y Leidy nacida en Catalunya hace casi un año, tiene ya DNI y pasaporte español lo cual otorgaría a Ramiro la posibilidad de regularizarse y obtener un permiso de residencia y trabajo pues los padres de un español deben tener derecho a residir en España.
Parece ser que quienes detuvieron en la calle a este joven (que además bien podría acceder a una tarjeta azul de inmigrante cualificado pues es un experto informático) y el juez que debe decidir el futuro de esta familia no coinciden con esta premisa legal.
La angustia de Ramiro, aún aislado en un espacio concentracionario, es grande, pero mayor es la tristeza de Leidy y Verónica solas en la ciudad. Víctimas de los daños colaterales que todo disciplinamiento selectivo exige.
Desempleo masivo, depresión económica, inflación galopante, derechas políticas en ascenso, izquierdas jaqueadas, grupos de choque fascistas en las canchas de fútbol, centros de internamiento, deportaciones…
¿Europa 1930? No, Europa 2008.
El caso de Ramiro Perales y su familia prueba que cíclicamente nos hundimos en las tinieblas por propia decisión. Más información:Erika Arrieta Melgarejo600 437 828prensa@fedelatina.org
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